lunes, 26 de abril de 2010

Gernika, nunca más.

Hoy en el cementerio de Zallo de Gernika, los presentes han recordado a los fallecidos en el ataque perpetrado un lunes 26 de abril, como hoy, de 1937 por aviones de la Legión Cóndor nazi en la Guerra Civil española.
El acto también ha servido para recordar a los muertos en bombardeos en otros lugares del mundo como los atómicos de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial.

Supervivientes del bombardeo y representantes institucionales han protagonizado la ofrenda floral mientras en el cementerio podía escucharse el tañido de la campana de la Iglesia de San Juan, que el 26 de abril de hace 73 años dejó de sonar por efecto de las bombas.
También han depositado flores por las víctimas representantes del Gobierno de Alemania y de la Fundación Ramón Rubial, así como familiares de presos republicanos fallecidos en el hospital penitenciario de Gernika.
El museo de Euskal Herria de Gernika exhibe la exposición, titulada "La Gernika de Jorge Oteiza", reúne 25 piezas realizadas por el escultor oriotarra entre 1942 y 1987, inspiradas en el bombardeo de la villa por la Legión Cóndor alemana y la aviación italiana y en el cuadro "Guernica" de Pablo Picasso.

"La culpa del Bombardeo de Gernika fue de los bomberos vascos"
Es lo que Pío Moa adoctrina a los profesores de educación secundaria pagado por Esperanza Aguirre con el dinero de todos los madrileños. El ex-militante de los GRAPO, expulsado en 1977 y se acogió a medidas de reinserción en 1983, enseña a los profesores de Madrid que la culpa de las muertes en Gernika fue de los bomberos. Aguirre paga a Pío Moa para explicar que Franco "aceptaba la democracia" y su dictadura "no fue fascista".


La Comunidad de Madrid programó el pasado mes de febrero y marzo un curso dirigido a los profesores de Enseñanza Secundaria de Geografía e Historia, Arte y Ciencias Sociales. Uno de los ponentes que Esperanza Aguirre contrató para explicar a los maestros las "Cuestiones sobre la España de 1931 a 1939", fue Pío Moa.
La ponencia de Moa, son 17 páginas en las que califica la guerra civil española “como uno de los grandes mitos del Siglo XX”, niega la matanza de Badajoz, resta importancia al bombardeo de Gernika, achaca la responsabilidad de la Guerra Civil al bando republicano, presenta a Francisco Franco como un militar que “aceptaba la democracia” y asegura que la dictadura “no fue fascista”.
La matanza de Badajoz
Su ponencia, que le sirvió para articular la lección que impartió en el curso organizado por la Comunidad de Madrid, empieza afirmando que la guerra “ha sido uno de los grandes mitos del Siglo XX”. Como ejemplo, explica que la gran matanza de Badajoz no tuvo lugar porque “en una plaza de segunda categoría, como la de Badajoz, no debía de haber más de cuatro chiqueros, y en ellos cabría, muy apiñados, no más de un centenar de personas”. Sorprende se exprese en estos términos de lo sucedido en Badajoz, donde todos los historiadores serios explican que al menos 4.000 ciudadanos fueron asesinados por el General Yagüe.
Sin embargo, la explicación más peregrina de Moa guarda relación con el bombardeo de Gernika. La culpa, según Moa no fue tanto de los fascistas, sino de los bomberos. Relato“La causa de la devastación fue el bombardeo, pero su extensión se debió también a la deficiente actuación de los bomberos de Bilbao, que tardaron varias horas en llegar desde una distancia de 30 kilometros, y se volvieron a las tres de la noche, cuando los incendios proseguían”, relata Moa.“La gente se puso a salvo”.
Acto seguido, de credibilidad a lo que supuestamente contó “la prensa de Bilbao” sobre los bombardeos, en los que “al principio ni siquiera se hablaba de muertos, sino sólo de heridos”. Después, indica que “el número de muertos, relativamente escaso para un ataque que causó tal destrozo, se explica porque a partir de la primera pasada de los aviones la gente estaba alerta y la mayoría se puso a salvo”.
Franco “prohibió el bombardeo”. Mención aparte se merece la parte en la que trata de convencer que Franco no tuvo nada que ver con lo sucedido en Gernika. Literalmente afirma: “El bombardeo fue decidido por el jefe alemán Von Richthofen sin autorización de Franco. Éste había prohibido, y volvió a prohibir después, los bombardeos sobre objetivos civiles”.