"Fumbol" y clubes en bragas(II)
En la anterior entrega, lo dejamos en la Ley Concursal como salvavidas de náufragos manazas. Con esta Ley-improvisada y apurada- las sociedades anónimas deportivas pueden llegar a un acuerdo con los acreedores para disminuir una parte de la deuda y aplazarla mediante la cancelación de embargos, paralización de ejecuciones hipotecarias para “renegociar” la deuda. Es lo que antes se llamaba “plan de viabilidad”, otro eufemismo.
Con la nueva Ley del Deporte(¿), casi todos los clubes de fútbol se convirtieron en SAD emitiendo acciones para su venta. Como modo de blanquear dinero ”negro” y otros “pelotazos”, especulativos de, por ejemplo el ladrillo famoso, se hicieron con fuertes paquetes de acciones llegando, algunos, hasta a ser presidentes del club, como Gil y Gil. Si les va mal a estos “patrocinadores”, dejan en la estacada a estos clubes: el Grupo Drac al Mallorca, Martinsa Fadesa al Coruña, la constructora Seop al Santander. A los clubs no les queda otra que vender sus “mercancías”, otrosí los jugadores –esclavos privilegiados-, como en Valencia o el Villareal. No siempre sale mal entrar en concurso, véase Real o el Málaga.
Con la nueva Ley del Deporte(¿), casi todos los clubes de fútbol se convirtieron en SAD emitiendo acciones para su venta. Como modo de blanquear dinero ”negro” y otros “pelotazos”, especulativos de, por ejemplo el ladrillo famoso, se hicieron con fuertes paquetes de acciones llegando, algunos, hasta a ser presidentes del club, como Gil y Gil. Si les va mal a estos “patrocinadores”, dejan en la estacada a estos clubes: el Grupo Drac al Mallorca, Martinsa Fadesa al Coruña, la constructora Seop al Santander. A los clubs no les queda otra que vender sus “mercancías”, otrosí los jugadores –esclavos privilegiados-, como en Valencia o el Villareal. No siempre sale mal entrar en concurso, véase Real o el Málaga.
Los clubes con dificultades económicas acuden a los bancos a solicitar unos créditos que les son negados igual que a las pymes. Es la ley de la jungla capitalista, salvo que te llames Real Madrid o Barcelona (a Cruyff lo fichó La Caixa) o te patrocine, indirectamente, Esperanza Aguirre, como al Getafe. En el caso del equipo merengue, la imagen de marca es Florentino Pérez, un hombre analfabeto futbolísticamente hablando, pero un rey Midas que convierte en oro lo que toca. Florentino no pone un penique de su bolsillo cuando ficha “galácticos”. Pide créditos a Botín o a Cajamadrid que le son concedidos sencillamente porque ofrece garantías de poder devolver esos astronómicos y escandalosos fichajes. Una sola palabra tuya, Florentino, bastará para sanarme en forma de merchandising, bolos, publicidad y venta de camisetas, etc. En otras palabras, los fichajes los paga el Madrid y no Pérez, en quien los bancos y cajas ven sinónimo de aval y solvencia. No es lo común.
Siguiendo con el Madrid –contra quien no tengo nada-, es sabido que este club se reflotó gracias a la recalificación y venta de “su” Ciudad Deportiva. El propio Florentino reconoció en 2001 que la deuda del club ascendía a 46000 millones de pesetas, es decir, que, según la normativa de la UEFA, entonces, estaba abocado a su disolución. La Ciudad Deportiva jamás fue propiedad del Real Madrid. Todo arranca de la época del ex divisionario azul Santiago Bernabéu, que hizo suyos unos terrenos –expropiadores a una familia de posibles- a condición de edificar vivienda social, algo que nunca se hizo. Florentino vendió lo heredado y no suyo en origen a sus propietarios expropietarios en su día: el Ayuntamiento y hoy la Comunidad Autónoma. O sea, como que te manguen la radio del coche y luego te la vendan.
Por cierto, el estadio Santiago Bernabéu fue construido por presos republicanos, al igual que el…… Valle de los Caídos, mano de obra esclava, que no “víctimas del terrorismo”.