.jpg)
El Socorro Rojo Internacional nace en los años 20 del pasado siglo por impulso de la III Internacional Comunista, con la participación de mujeres como Clara Zetkin (Alemania), Tina Modotti (Italia) o Elena Stasova (URSS). Su objetivo es dar apoyo humanitario y político a los presos revolucionarios. El Caudal Deportivo Mieres, antes llamado Racing FC de Mieres adoptó como escudo un rombo negro en recuerdo a las víctimas por la salvaje represión del levantamiento obrero de Octubre del 34. No es de extrañar pues que el SRI se organizase en el estado tras la insurrección de Asturies y obviamente fue disuelto con la victoria del fascismo. El PCE® trata de reorganizarlo en 1975. La experiencia dura hasta 1981 sufriendo sus militantes un brutal ensañamiento represivo. En el año 2000 se impulsa el programa para dar vida a diversos Comités por un SRI y ya en marzo de 2001 aparece el órgano de difusión y expresión “Solidaridad, por un SRI”. Con más detenidos y encarcelados en 2002 y 2008.
Recientemente el SRI ha vuelto a sonar en nuestro país al crearse el 19 de Junio del 2010 el Comité por un Socorro Rojo Internacional Ipar Euskalherria Occitania.
El fútbol puede ser utilizado para exacerbar el nacionalismo mas rancio como hemos visto en este mundial o para establecer relaciones sociales solidarias. Tras el “alzamiento nacional” y comienzo de la guerra antifascista del 36 se sucedieron los partidos solidarios en Bizkaia. La mayoría pro asistencia social, tres para comprar un avión para el ejército vasco y otro para construir un barco y dárselo a la URSS. El partido se llamó pro Konsomol, nombre del barco soviético hundido por los franquistas en el estrecho de Gibraltar. Estos partidos desembocaron en la organización de la selección de “Euzkadi” con el objetivo de recaudar fondos para los niños evacuados.
Sin embargo, el primer encuentro solidario tuvo lugar en Santander. El 30 de Agosto de 1936 Racing y Athletic empataron a dos en un “Partido homenaje a las milicias populares y a beneficio de Socorro Rojo Internacional”. Viendo el negocio del fútbol moderno y los valores imperantes entre los jugadores, directivos y empleados de nuestro Athletic, resulta casi imposible imaginar que este Club una vez recaudara fondos para una organización nacida por el impulso de la Internacional de Petrogrado auspiciada por Lenin.
Serán los prejuicios, pero a los bilbainitos se nos hace aún más difícil imaginar al Racing recaudando dinero para comunistas. Aprovechamos esta coyuntura para contar otra historia político futbolera. Los maquis cántabros resistieron en las montañas hasta finales de 1957. Los dos últimos fueron asesinados por la guardia civil. Juanín fue abatido el 24 de Abril y su compañero Bedoya trató de aprovechar el domingo 1 de Diciembre para escapar a Francia. Ese día el Indautxu jugaba en el Sardinero y había un gran tránsito de hinchas entre Bilbao y Santander. Los picoletos le habían preparado una emboscada y Bedoya no pasó de Islares.
Uno de los gritos de esa época que ha quedado grabado en la memoria colectiva es el de “No Pasarán”. Lamentablemente pasaron y tras una pequeña reforma para lavar la cara aún nos gobierna la misma oligarquía. Mismos perros, distintos collares. Como es una historia triste le pondremos un triste final. El primer “goal” del Athletic en Santander lo marcó Guillermo Gorostiza. Ya encontrándose con la selección en Barbizón, Gorostiza pidió permiso para ir a París a ver a su padre. Mintió a sus compañeros y regresó a Bilbo para afiliarse a Falange. Algunos de los que jugaron a favor del Socorro Rojo Internacional marcharon al exilio en Méjico o Argentina. Fue el caso de Cilaurren, Iraragorri, Muguerza, Zubieta o Blasco. Otros ex- rojiblancos como Ispizua o Castaños cumplieron condenas de cárcel.
Corresponsal de Unaikistan en Afganistán.
