Es frustrante ver cómo gente que procede de entornos políticos totalmente contrarios se han fabricado un espacio de “tolerancia” en los conciertos, donde no es que hagan como que no se ven o no se enteran, sino que se relacionan con total tranquilidad. Estas relaciones se agilizan por medio de Internet donde te puedes encontrar a gente que se proclama “del rollo” con amigos agregados de Boixos Nois, nacionalistas británicos anti-irlandeses o anticomunistas belgas por poner algunos ejemplos.
Aquí vemos una camiseta del grupo Condemned 84.
Pero no sólo es parte del público de los conciertos el que está agilipollado perdido. Si damos un repaso a los grupos que actúan hoy en día nos encontramos con muchos ejemplos de falta de riego. Los tan de moda Deskontrol te los puedes encontrar con camisetas de Condemmed 84 (anticomunistas, homófobos, anti-irlandeses y racistas), con una hebilla de una cruz de hierro prusiana (la que llevaban los aviones que bombardearon Durango y Gernika) o discutiendo en Internet sobre que si les da la gana ponerse una camiseta de Skrewdriver se la ponen. Por si alguien no lo sabe Skrewdriver es el grupo más nazi que ha habido en este planeta, pues bien, uno de los músicos de Brigada Criminal llevaba la “S” de los nazis estos tatuada en su brazo y los Doubling Boys hacen una versión de este grupo. Siguiendo con las versiones, un CD que puedes encontrar a la venta en muchos gaztetxes, el de Ukabilkada, incluye una versión del grupo nazi italiano Peggior Amicco y el cantante del grupo y su cuadrilla de colegas son otros grandes aficionados a las camisetas de los grupos malvados.
Un Avión de la Legión Condor y los efectos del bombardeo de Gernika.
El problema de todo esto es que los chavales que compran los CD´s o van a los conciertos reciben una información cuando menos confusa y el problemón es que se está abriendo la puerta a gente que si no están dentro de la extrema derecha, están muy cerca de ella y se empiezan a sentir cómodos en los conciertos que se organizan en Euskalherria. Porque lo de los conciertos tiene tela…
Los amigos de Clockwork tattoo en Barakaldo, asiduos a festivales en Bélgica o Bretaña donde los fachas campan a sus anchas, trataron de organizar un concierto de un grupo nacionalista francés en Elgeta. The Veros, herederos del grupo de los 80 Snix, fueron invitados a tocar en Euskal Herria. Como no son nazis… pues nada, adelante, un grupo patriota francés en Euskal Herria. Se podía haber invitado a Manolo Escobar de telonero, que no es nazi pero canta “Viva España”. La asamblea de HNT decidió en su momento hacer boicot activo a esta tienda, algo que más de uno se ha pasado por el forro demostrando su compromiso con el antifascismo y HNT.
El concierto se suspendió porque corrió el rumor de que HNT iba a hacer la seguridad y aunque esta peña van de megamalos en el fondo son unos mierdas y se cagaron. Pero la tontería sigue avanzando siempre buscando las excusas más chorras y rebuscando los grupos que llegan al límite pero no se pasan, como Perkele. A un malote musical, que es súper skin, le gusta lo primero de Skrewdriver, cuando eran punkies y no naziskins, lo último de Bose Onkelz, cuando ya eran heavies y no naziskins y la cruz de hierro porque la llevan los hardcoretas y no porque la llevaban los nazis. Si se versiona a una banda fatxa es porque les gusta la música y no las letras o es para meterse con ellos y si se lleva una camiseta es porque el dibujo mola.
¿Cómo parar toda esta estupidez? ¿Realmente es sólo estupidez o hay malas intenciones detrás? Dentro de esta movida hay gente muy joven, pero también padres de familia que deberían tener las ideas más claras. Lo ocurrido en Matiena coloca a HNT en medio del fregado. Es lo que hay, no caben medias tintas.