El precio desorbitado de las entradas y abonos, los sueldos de los futbolistas, la gestión personalista de los equipos, los palcos de los estadios como centros de especulación, la falta de libertad en las gradas… las críticas al fútbol desde los propios aficionados son muchas, pero ¿hay alguna propuesta político-deportiva alternativa a la actual mercantilización del fútbol? Hasta hace poco, ante la falta de otro modelo al que aspirar, teníamos que resignarnos a protestar sin una verdadera perspectiva de cambio. Sin embargo esto ya no es así.
En 2005, aficionados del Manchester United hartos de todo lo citado anteriormente decidieron volver a sus orígenes. La compra del equipo por el multimillonario Glazer fue la gota que colmó el vaso y así, tras varias movilizaciones y reuniones, nació el FC United of Manchester. Este club lo gestionan sus socios democráticamente y no tiene ánimo de lucro, sus fines son solo deportivos. Aunque es la iniciativa de este tipo más conocida, no es la única. Son varios los ejemplos en ese país, como el AFC Wimbledon o el AFC Liverpool. Uno de los impulsores de este último club lo justifica: “Cuando iba a Anfield en los 80 un abono costaba 48 libras. Actualmente cuesta 650, y no es de los más caros de la Premier”.
El “accionariado popular”, ¿nuestra alternativa?
En 2010 esta alternativa a la mercantilización del fútbol aterriza en España, concretamente en Murcia. El Ciudad de Murcia fue fundado por Quique Pina en 1999. Tras varios ascensos de categoría llegó incluso a estar a punto de subir a Primera División. Sin embargo, el mismo empresario que lo fundó, vendió esa plaza en Segunda al Granada 74 en el mejor momento deportivo del equipo murciano.
Los aficionados del Ciudad, pese a sus protestas, se vieron de pronto despojados de unos colores que sentían suyos. Ese mismo año el empresario murciano Evedasto Lifante compra el Lorquí para convertirlo en el continuador del Ciudad. Tras ascender a 2ªB la historia se repite y los seguidores rojinegros ven desaparecer de nuevo a su equipo debido a la mala gestión económica. Cansados de la situación y aprendiendo del pasado, los aficionados del Ciudad deciden seguir el ejemplo del FC United y fundan el Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia. La fórmula de accionariado popular se resume en “un aficionado, una sola acción, un voto” y en el compromiso de no vivir por encima de sus posibilidades. Su declaración de principios no deja dudas: “Nuestro equipo no es un negocio y no se vende su imagen ni filosofía por dinero”.
Recuperemos el fútbol
Son varios los equipos españoles que están al borde de la desaparición y planteándose salidas similares. El histórico Real Oviedo compite actualmente en 2ªB. Con unas cuentas que bordean el fraude, su situación es crítica debido a la negligente gestión de su dueño. A imagen del FC United, esta temporada el tradicional azul y blanco de sus aficionados se mezcla con el azul y amarillo del Stadium Ovetense, uno de los precursores en los años 20 del actual equipo. Con esos colores la afición oviedista protesta contra el fútbol moderno, utilizando además un lema muy claro: “R. Oviedo sí, SAD no”. ¿Darán el paso?
El cuadro lo completan los cambios legislativos como la muy probable derogación de la ley de Sociedades Anónimas Deportivas. Esta ley aprobada en 1990 obligó a todos los clubs profesionales a dejar de estar en manos de sus socios, siendo comprados por el millonario de turno. Así vimos llegar a los Jesús Gil, Francisco Roig, Alfonso Solans… empresarios de más que dudosa trayectoria. También se está reabriendo el debate legal de las gradas: en Inglaterra se pide la vuelta de las zonas de pie a los estadios, algo que en Alemania ya es un hecho y registran las mejores entradas de Europa así como precios realmente asequibles. Quizás estemos ante la vuelta de las gradas pasionales y activas y el fin del moderno estadio-teatro.
La próxima temporada si todo va bien el Ciudad de Murcia volverá a la competición. Pero ya no solo estarán pendientes de ellos los aficionados murcianos. Los que siempre hemos intuido que otro fútbol es posible también miraremos de reojo a este equipo, con la esperanza de poder corroborar nuestras sospechas y confirmar que hay otro camino. Como ellos mismos dicen, “nuestra complicidad con el fútbol negocio es historia”. ¿Y la nuestra? Pasemos a la ofensiva.
Publicado en Diagonal (23/12/2010), periódico quincenal de actualidad crítica.